jueves, 10 de diciembre de 2020

"COVID-NAVIDAD"

 

Erase una vez, en un pueblo llamado, Parralito, en vísperas de navidad donde vivía una familia muy unida, era conformada por cuatro integrantes el Sr. Sergio, la Sra. María y sus dos hijos Uriel y Heidi, el cual, la navidad era una festividad que todos los integrantes de la familia amaban y añoraban su llegada con gran entusiasmo y esperanza, esperando a que la familia se uniera y consigo mismo, desechar el año viejo y recibir con gran alegría el año nuevo.

Un día, que la familia estaba reunida y viendo la televisión por las tardes, tomando café con pan y galletas, vieron en el televisor una noticia que era mundial, donde se avisaba a todas las personas, que se había descubierto una terrible enfermedad, llevada por nombre COVID-19, además de que todos tendrían que resguardarse en sus casas y cerrarían cualquier cosa para poder evitar contagios y muertes provocadas por no hacer caso omiso. Toda esta noticia, acabaría con la unión, esperanza y paz de la navidad. Heidi muy asustada pregunto a sus padres.

──Papi, mami, ¿entonces no habrá navidad y no estaremos unidos?

El Sr. Sergio, se levantó del sillón y rápidamente apago el televisor, tratando de evitar que sus hijos escucharan tal cosa del COVID-19, pero era imposible, ya que la noticia ya era viral y se había propagado por todos lados.

La familia asustada y cansada de escuchar tantos murmullos de esta enfermedad, decidieron irse a descansar.

 Pasaron días y las fiestas de sembrinas ya estaban en puerta y el virus, cada día se propagaba más y más, impidiendo poder reunirse en navidad, ya que el pueblo, subía y bajaba de nivel, volviendo de naranja de rojo, cosa que con estos niveles los centros comerciales o tiendas departamentales, impedían su apertura.

Un miércoles 9 de diciembre, el Sr. Sergio fue una de las personas más afectadas por el virus, ya que la empresa donde laboraba lo había descansado y sin gocé de sueldo, con esto impidiendo no poder llevar un sustento a su casa y sin regalos navideños para la familia. Sergio, llego a su casa indispuesto y llorando, porque eso que él llamaba una mentira de virus, le había provocado tocar fondo, ya que se sentía mal y su esposa le sugirió que fuera a hacerse una prueba de COVID-19.

──Sergio, es mejor que te realices la prueba del COVID, porque no sabemos si en el trabajo te contagiaron o algo y es mejor estar seguros y prevenir a los niños en caso de cualquier cosa. ¿Qué opinas?

──Mañana iré mujer, ¡no te preocupes!

Sergio muy temprano fue y se realizó la prueba conforme al protocolo, tardaron 24 horas para obtener el resultado y al entregárselo al Sr. Sergio, el decidió abrir la papeleta en su casa.

Al llegar a casa y estando todos juntos, Sergio abrió la papeleta, dando positivo al COVID-19.

──¡¡PAPAAAA!! No puede ser ¡¿Entonces morirás y ya no te veremos?!

Heidi y la Sra. María lloraban sin consuelo y Sergio trato de calmarlas.

──No hija, que lo tenga no quiere decir que ya me vaya a morir, ¡Voy a salir adelante y sin este virus mi amor y todo quedara atrás hija!

La Sra. María preparo un cuarto para aislar a su esposo y alejar a sus hijos del virus.

Conforme pasaron los días de resguardo para Sergio, sin ver, ni hablar con nadie, decidió hacer una carta.

“Mi amor e hijos, ahora que he tenido tiempo de poder pensar y de aceptar mi enfermedad. Son las 9 de la mañana, siendo un lunes 14 de diciembre del 2020, un día gris y frio, hoy me devele con la mente bastante inquieta lo que me hizo  hacer estos pensamientos…me siento afortunado de tenerlos conmigo y de la gran familia que somos, el día de hoy, tomo la muerte como un paso a algo mejor, están unidas la vida y la muerte, porque es parte de la misma y todos sabemos que en algún momento u otro llegara, no sabemos cómo, ni cuando, pero hoy, me tocó a mí, y aunque no crean, me he aferrado a que morir es solo desaparecer del plano físico y dejar mi cuerpo. No tengo la certeza de a dónde iré, si me iré al cielo con dios a platicar de la vida, o simplemente reposare en una nube con felicidad plena, la cuestión es, que no tengo miedo. Hoy soy feliz porque ustedes están conmigo. Los amo y amo la vida, eternamente yo.”

Con lágrimas en los ojos Sergio guardo la carta en medio de un libro y se quedó dormido. Teniendo Sergio, una semana de aislamiento, volvió a realizarse la prueba.

──¡¡SALI NEGATIVOO!! Familia siiii, ahora sí, el virus no será un impedimento, la navidad la pasaremos juntos.

El día 24 de diciembre, la familia, paso su navidad, unida, dejando atrás la carta de despedida que hizo Sergio y con la esperanza de que el año próximo traerá buenas noticias, llenas de amor, alegría y esperanza, para que dejar bien en claro, que después de la tempestad viene la calma.

Un país no es más fuerte por el número de soldados que tiene, si no, por su índice de alfabetización.        ¡¡FELIZ NAVIDAD Y UN PROSPERO AÑO NUEVO!!



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Una rosa sin espinas.